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La Clave de la Resistencia de Sábato está en la Formación y la Construcción Social

Ernesto Sábato, escritor y físico Argentino[1], producto de una familia de estructura clásica-productiva (padre trabajador-proveedor, madre cuidadora, grupo numeroso de hijos, 11 en total para el caso), con un modelo de crianza basado en la disciplina estricta, que le proporciona una visión de la familia afectuosa pero severa, acorde a un esquema de autoridad que debe ser ejercido por los padres. Estuvo sometido a situaciones sociales difíciles durante su juventud, donde pasó de ser el hijo de un pequeño burgués a vivir en las calles en París mientras se enfrentaba a una crisis de sus propias creencias sociopolíticas. Trabajó en el laboratorio de los Curie[2], del cual se alejó al sentir un profundo desacuerdo con el uso que se le daba a la ciencia; encontrando sentido para su vida en la escritura y la pintura.

Tiene un carácter  que busca constantemente el orden –por eso su pasión por la matemática y la física-, la justicia, la equidad, la revolución (pero con lucha de ideales reales, responsables y haciendo parte de la problemática que se quiere cambiar), libertad, comunitarismo –entendido desde la formación de una “comunidad socialista de escala humana”[3]-, la pluralidad, el diálogo y la democracia. Cree que el hombre es una articulación no igualitaria entre razón e irracionalidad, por que el alma humana tiende a la segunda; teniendo en cuenta lo anterior, la racionalidad ha generado grandes avances tecnológicos, pero esa otra cara de la moneda, la más pasional y subjetiva, hizo que se perdiera el control y se malogre la ciencia en detrimento de la sociedad cosificando al mismo hombre en una pugna por la dominación (mantenimiento del poder), elementos que explicita en el libro La Resistencia, publicado en el año 2000; en este ensayo el lector se enfrenta con un Sabato bastante crítico, existencialista y absolutista que si se aborda fielmente puede tornarse desesperanzador, sin embargo, su propósito está encauzado en una especie de RE- Humanización, donde se recuperen los espacios de diálogo para el establecimiento de vínculos fortalecidos, la motivación y el disfrute del quehacer, la creación y recreación de espacios donde se retorne la belleza, el reconocimiento del pensamiento y el afecto del otro, gozar de espacios de ocio[4], volver a tener respeto y confianza en la vida, lograr sentirse libres por asumir correctamente las decisiones tomadas, dejando de lado el conformismo.

Por otro lado considera el hecho de volver a creer en la justicia y en la democracia de sujetos sociales activos, diversos y libres, en palabras de Estanislao Zuleta:

“Llamemos democracia al derecho del individuo a diferir contra la mayoría; a diferir, a pensar y a vivir distinto, en síntesis, al derecho a la diferencia. Democracia es derecho a ser distinto, a desarrollar esa diferencia, a pelear por esa diferencia, contra la idea de que la mayoría, porque simplemente ganó, puede acallar a la minoría o al diferente” (Zuleta 1995 :75).

Se debe generar entonces un cambio social, una comunidad (ojalá sin dinero, aunque no aborde el sistema monetario como causante del decaimiento social) que vuelva a respetar la palabra y los principios, no como un estado de añoranza por los tiempos pasados, sino por recobrar  el sentido que se le da a los valores, proporcionarle un buen uso a la razón, porque, como diría Bertrand Russell, “la inteligencia, hay que decirlo, ha causado nuestros males; pero la falta de inteligencia no los curará. Sólo una inteligencia mayor y más prudente puede hacer más feliz al mundo” (1962).

La formación y la construcción social dependen entonces de la transformación de los valores en sí mismos, es decir, si la sociedad es todo un sistema de relaciones y de diferencias, donde cada una de sus partes se maneja con una autonomía relativa, los seres humanos, como agentes sociales, están en capacidad percibir, valorar, conocer y reconocer todas aquellas simbolizaciones y constructos que responden a la expectativa de su círculo social afinando sus creencias y dándole significado a sus emociones; allí es el punto específico donde la percepción entra en juego, por que las partes de un sistema no son independientes de la sociedad misma y sus reglas, de esa manera si se canalizan las formas de sentir e investigar el mundo, las emociones y símbolos desarrollados, se puede lograr un cambio significativo en cuanto a la evolución y generación de principios; el resultado será positivo si se obtiene la información adecuada del contexto, si se hace consiente de la incidencia que tiene sobre el sistema y lo conocerá de manera suficiente para comprenderlo y llegar a optar, a la libertad de decidir cómo va a actuar para encontrar solución a los problemas y dificultades o para fortalecer lo que hasta el momento ha mejorado su calidad de vida.

REFERENCIAS

RUSSELL, Bertrand. ¿Por Qué No Soy Cristiano?  Buenos Aires. Editorial Hermes, 4ª Edición. 1962.

SÁBATO, Ernesto. La Resistencia. Buenos Aires. Editorial Planeta. Seix Barral. 2000.

ZULETA, Estanislao. Educación y Democracia. Bogotá. Corporación Tercer Milenio. 1995


[1] Pintor, apasionado del arte como la forma más pura y sensata de expresión de pensamiento y sentimiento en el ser humano.

[2] Situación que le hizo reflexionar que el ser humano no es únicamente Razón, sino que debe complementarse mediante el símbolo, mito, sueño, sentimiento, pasión.

[3] Estas características son abordadas por el Mismo Sábato durante una entrevista realizada por la cadena Española RTVE en el año 1977.

[4] Ocio desde la visión griega donde se pretendía el desarrollo de las potencialidades del ser humano, dedicando el tiempo al intelecto, a la búsqueda activa de verdades supremas y lograr la expresión de su condición ética y cultural.

 

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PROFILAXIS Y MODERACIÓN. LA INFLUENCIA DE LA BIOLOGÍA Y LA MEDICINA EN LA EDUCACIÓN COLOMBIANA A COMIENZOS DEL SIGLO XX

En el siguiente escrito quiero abordar un periodo importante de nuestra educación colombiana comprendido entre los años de 1890 y 1930.

La constitución de 1886 marca un hito importante en la orientación educativa que tiene el poder estatal sobre las masas. La gratuidad de la educación, aunque no su obligatoriedad y el establecimiento de nuevas relaciones entre el Estado y el individuo, contribuirán en la conquista del dominio de la enseñanza en todo el territorio nacional (por lo menos en los grados inferiores) por parte dela Iglesia.

Esta situación se complementa con la existencia de un concordato entre el gobierno y el Vaticano, quienes a través de Rafael Núñez y el Pontífice León XIII, reestablecieron el  protagonismo de la iglesia en la escena internacional especialmente en Latinoamérica. (Halperin, 1969). Este periodo marcado por un evidente afán evangelizador incide en la sectorización ideológica que presentaran las corrientes partidistas del país en la última década de siglo XIX y que desembocara trágicamente en la guerra civil más grande y prolongada de la historia colombiana.

Bajo el ideal de centralización convocado por el partido conservador se dio comienzo a un aparato burocrático tan efectivo que logró organizar las acciones educativas, y otros tantos aspectos de injerencia poblacional, en armonía con los presupuestos del ideal civilizatorio europeo. (Helg: 1987)

En 1892 con la implementación del Plan Zerda de Instrucción, se buscó imponer un programa de educación unificado que dividiera la enseñanza oficial en primaria, secundaria, profesional, industrial y artística, pensando en su adaptación a los retos que ofrecía la integración nacional. (Bohórquez, 1956).

Este plan tuvo grandes inconvenientes para su ejecución debido a la guerra civil del 85 y la Guerrade los Mil Días[1]: disminuyó la demanda educativa a raíz del reclutamiento en niños y jóvenes, se amplió la demanda en el sector escolar privado, se desorganizaron las estrategias de ampliación de la enseñanza, la infraestructura escolar se convirtió en fortín para los bandos en pugna, se redujo la población universitaria, y, finalmente, se cerraron numerosas escuelas públicas que apenas habían entrado en funcionamiento.

Para 1903, con una sociedad desmoralizada por la enfermedad, la miseria y la muerte, se aprueba la ley 39 o “Ley Orgánica”, de octubre del mismo año, encabezada por el Ministro de Instrucción Pública Don Antonio José Uribe, la cual retomaba apartes del plan Zerda. Buscando la unidad nacional como meta del sistema escolar, esta ley se aferra a la educación cívica, moral y en oficios, para impulsar el incipiente desarrollo industrial que presentaban algunas ciudades colombianas [2].

 Dentro de este contexto, es curioso observar como la ley 39 promulgó ciertas estrategias que iban en franca contradicción con el estatuto modernizador que perseguía la joven Republica: diferenciación entre la educación urbana y la rural, establecimiento de escuelas bajo el control de comunidades religiosas quienes presentaban una pedagogía moralizadora centrada en los oficios y el control del cuerpo, y utilización de técnicas mnemotécnicas e implementación de teorías asociacionistas del aprendizaje. Igualmente, el nuevo tipo de escuela fue sometido a procesos de inspección reglamentaria, conductual y de asistencia, mediante Juntas de Inspección Municipal.

El General Rafael Reyes inicia una campaña de desarme apoyada en la alfabetización. La educación para las primeras letras sustentada en la enseñanza de los “oficios” se plantea como una estrategia modernizadora, que ayudará al sector industrial a lograr una mayor injerencia en las decisiones de tipo político y económico.

Para los años veinte, esta estrategia virará su rumbo en pos de una educación laica y liberal, más acorde con los nuevos afanes de la modernización. Ejemplo de ello, es la reforma educativa  propuesta por el gobierno de Pedro Nel Ospina que ponía en sintonía diversos aspectos pedagógicos con los requerimientos de un sector empresarial en expansión: la primaria obligatoria, la educación bachiller para la mujer, el establecimiento de un sistema de control público, la creación dela Normalde Bogotá, atención medica a los alumnos, la dirección de experimentos pedagógicos y el impulso del Instituto Pedagógico Femenino. Al término de esta década, se unieron fuerzas de algunos sectores liberales y conservadores para nuevas reformas a partir del 30. (Silva: 1989)

 ACERCA DE LA ECONOMÍA COLOMBIANA:

La implementación del peso oro como unidad monetaria proporciona estabilidad a las actividades económicas como la amortización y la tasa de cambio frenando las fluctuaciones de valor de la moneda y facilitando las transacciones internas.

La creación de redes ferroviarias[3], la construcción de malla vial, la adecuación de puertos, y los esfuerzos por integrar las regiones, impulsaron el consumo y en consecuencia el crecimiento de diversos ramos como el textil, el tabacalero y el de las bebidas. La participación en los ingresos Estatales por medio de las actividades de exportación, permitió inicialmente a los acopiadores de café y más tarde al sector azucarero, la acumulación de capitales lo suficientemente grandes como para emprender programas de urbanización para atender las demandas de vivienda de la creciente fuerza de trabajo disponible[4].

Este aumento en la población urbana, atraída por las oportunidades que ofrecían las nuevas ciudades, creó nuevas demandas a la producción agraria. De un lado se necesitaba un suministro constante de alimentos, y por otro, las industrias demandaban materias primas para la continuidad de sus procesos. Lo anterior presionó la adecuación de servicios de alcantarillado, electricidad, acueducto, etc., e incentivó la construcción de nuevas redes de transporte. (Tovar: 1989)

Todo este movimiento financiero y económico operó un cambio a nivel Estatal en diferentes niveles logrando cierta solidez en cuanto a lo administrativo y monetario: la creación de algunos bancos y nuevas reglamentaciones acerca de la circulación de la moneda, la organización fiscal con la creación del Departamento de Contraloría y una tímida intervención del gobierno en la industria, la agricultura y la organización del trabajo.

PROFILAXIS:

“Uno de los mejores medios de profilaxia que da la higiene consiste en la desinfección de las cosas y de las personas que se han contaminado con los microbios de las enfermedades.” (Martínez, 1923) La profilaxis fue promulgada en primer lugar debido al sentido etiopatológico que la compone, el cumplir con una serie de rituales de limpieza, estética y salubridad que suponen un estado de salud favorable; acompañado y sustentado por lo anatomoclínico, el cuerpo como estructura estudiado desde lo que se entiende como normal o anormal, y, lo fisiopatológico entra definiendo una sintomatología propia del discurso médico clasificador de la época.

“…7º Queda terminantemente prohibido a los Maestros, en especial a los de Escuelas de niñas, permitir que las fiestas a que asistan oficialmente las niñas se conviertan en torneo de lujo; las niñas no pueden presentarse en comunidad sino con trajes de olán, muselina o linón, de colores claros, tocadas de preferencia con sombreros de paja sin adornos. El uso de la ruana y la mantilla, encubridores de la pereza y el desaseo, se combatirán hasta donde sea posible.” (Circular Número 2º. República de Colombia. Departamento de Cundinamarca. Secretaría de Instrucción Pública. Bogotá, enero10 de 1899)[5].

El Maestro se muestra en un papel vigilante, controlador, de juez y verdugo sobre las personas a su cargo; el pertenecer al género femenino hace de la alumna acreedora de una conducta que la abstrae de su personalidad ya que debe usar un tipo de material, color y forma en su atuendo para no lucir perezosa o desaseada, ni llamar atenciones innecesarias. Es de anotar que el texto nombra piezas esenciales de la vestimenta típica del campesino como objetos que ocultan las conductas holgazanas y antihigiénicas, o sea, las personas civilizadas,  estudiadas, que guardan un comportamiento adecuado y son aseadas, no son campesinas.

“Art. 21. Los Maestros atenderán por igual al desarrollo del cuerpo y del espíritu, y, por lo tanto, los recreos serán frecuentes y cortos, para evitar el cansancio y la fatiga durante las horas que los niños permanecen enla Escuela.”(Decreto Número 2º de 1899). La incursión dela Iglesia Católicaen la educación, presenta como base de la enseñanza el aspecto moralizador, el maestro no puede enseñar y el alumno no se forma si no tiene en cuenta la evolución y maduración de el aspecto espiritual de los individuos, para ello, el cuerpo debe estar en disposición adecuada mediante la invitación a guardar horarios que le mantengan descansado, atento y sano. Esta afirmación se relaciona directamente con la siguiente: “La fisiología y la higiene preparan la materia prima con que el pensamiento modela sus creaciones”. (Iregui, 1898); entonces, si el sujeto no sigue unos parámetros higiénicos, no es creativo o inteligente.

Al analizar el aspecto anatomoclínico, podemos encontrarnos con expresiones como “…el peso nos permite seguir las oscilaciones del desarrollo, y es para los educadores un índice, un nivel de la bondad de sus procedimientos, o de las condiciones higiénicas de la escuela y de la eficacia de los métodos pedagógicos que usan.”[6]; que manifiestan que el desarrollo intelectual se puede medir de la misma manera que el corporal, y que el maestro, debe mantener un comportamiento uniforme en calidad de lo que se determina como bueno para que su quehacer no interfiera con el orden instaurado y que sirva como herramienta para el cumplimiento de los objetivos institucionales acerca de la higiene y el aprendizaje.

Por otro lado, el Artículo 20 del Decreto Número 64 de 1898 dice: “… El Secretario de Instrucción Pública, por medio de una resolución, fijará cuáles son las Escuelas de la tierra fría y cuáles de la tierra templada y caliente, para los efectos de los sueldos que les corresponden conforme a este Decreto; y teniendo en cuenta los méritos y servicios de los Maestros podrá permitirles permutas para cambiar de clima cuando el estado de su salud así lo exija.”, damos cuenta de la importancia que tienen los espacios con respecto a la profilaxis que afirma que el hombre es capaz de evaluar y certificar los fenómenos naturales, que puede desenvolverse, trabajar y devengar dependiendo de la descripción climática que se haga de este espacio en particular y, merece preocuparse por su salud si ha cumplido con unas metas de desempeño laboral estipuladas por los discursos moralizadores y civilizadores propios de la modernización.

Todo lo que es observable y controlable puede ser objetivo de la profilaxis: la vivienda, la conducta, el vestido, el espacio y el estado general del cuerpo planteando nuevos conceptos que diferencian el sano del enfermo, el civilizado del ignorante, y el moral del amoral.

MODERACIÓN:

“DeLa Moderaciónde las Acciones: Si respeto y dignidad tener ante el mundo quieres, nunca olvides los deberes que impone la sociedad.” (Aguilar, 1928) Para que el individuo sea reconocido en la sociedad está obligado a controlar su comportamiento dentro de lo que la cultura entiende como justo y sensato con una marcada diferenciación impuesta de lo bueno y lo malo.

Según este valor, “…el astío y el remordimiento acompañan al holgazán y perezoso en sus eternas horas de murria, en vez de la placidez y la alegría que acompañan al hombre activo en los ratos siempre moderados, que dedica a sus honestas distracciones, para volver al trabajo que le da la vida, fuerza, salud, posición, dinero…” (Otero, 1914)  Planteando el control de las actividades en unos horarios que debían ser ordenados pensando en el trabajo como dignificación del hombre y sin derecho a tiempos de ociosidad o tristeza por que suponen un sujeto desenfrenado, deshonesto y apático.

Esta apreciación implica: “…Observar la mayor compostura y decoro en todos sus actos; absteniéndose absolutamente de gritar, jugar de manos y salir estrepitosamente de las clases…” (Acuerdo Número 4, 1911). Estar circunspecto en todo momento sin expresiones exageradas de sentimientos o estados de ánimo es la máxima de la moderación como valor introducido para garantizar respeto.

Es de aclarar que la moderación no implica solamente el control del comportamiento social de los individuos, también compromete el control del cuerpo; como ejemplo de ello encontramos declaraciones como la siguiente: “Este desarrollo, para ser normal, debe ser armónico: ningún sistema debe funcionar con mayor actividad de la que en cada época le corresponde. Toda actividad precoz en un departamento del organismo, determina una deficiencia correlativa en otro sistema.”(SCMC, 1917). La edad, como unidad cronológica, refleja nuevos esquemas de funcionamiento con caracterizaciones precisas que no deben ser alteradas ya que serían catalogadas como anormales, deficientes o retardatarias.

Para el caso de la mujer, encontramos enunciados mucho más específicos con respecto a las obligaciones a las que ha sido acreditadas, prueba de ello encontramos la frase: “Mucho más pudiera deciros respecto de vuestros deberes morales, religiosos y sociales, y sobre el modo de conduciros en público, revelándoos lo que para vosotras, por fortuna, hasta ahora, son misterios del gran mundo y de la alta sociedad.” (Zaldúa, 1891). Notemos que la regulación de las conductas femeninas es puramente deontológica y moralista, cuidando las formas de socialización y adquisición del conocimiento, consideradas modestas o frugales.

Concluyo diciendo que la profilaxis y la moderación son valores que se han ido implementando en la sociedad desde finales del siglo XIX gracias a la incursión  de los discursos médicos y biológicos tras un nuevo afán naturalista de las ciencias; observar al hombre, vigilarlo y precisar las formas, los comportamientos y los espacios con el fin de racionalizar y controlar el individuo bajo unos ideales sociales dependientes de enunciados establecidos por los movimientos en las relaciones de poder.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:


Acuerdo Número 4 sobre Reglamento Interno dela Universidadde Nariño. Imprenta del Departamento. Pasto, 1911.

AGUILAR, Rebeca. Tratado de Urbanidad. Escuela Tipográfica Salesiana. Bogotá, 1928.

BEJARANO ÁVILA, Jesús Antonio.La Economía Colombianaentre 1922 y 1929. Nueva Historia de Colombia. Tomo V. Editorial Planeta. Bogotá, 1989.

BOHÓRQUEZ CASALLAS, Luis Antonio.La Evolución Educativaen Colombia. Publicaciones Cultural Colombiana, LTDA. Bogotá, 1956.

El Maestro de Escuela. Revista Escolar Bimensual. Año 1. Números 1 y 2. Imprenta de Luis M. Holguín. Bogotá, 1899.

Estudio y Trabajo. Revista Mensual. Órgano dela Casade Menores y Escuela de Trabajo.  Serie VI, Número 68 y 69. Fontidueño, Abril y Mayo. Departamento de Antioquia, 1928.

HALPERIN DONGHI, Tulio. Historia Contemporánea de América Latina. Alianza Editorial. Madrid, 1969.

HELG, Aline.La Educaciónen Colombia.  1918-1957 .Una Historia social, económica y política. Editorial Cera. 1987.

IREGUI, Antonio José. Fundamentos Científicos de una Reforma Docente en Colombia. Tercera Conferencia. Imprenta de “La Crónica”. Bogotá, 1898.

MARTÍNEZ, Carlos Julio.La Educación Higiénicay Nuestra Escuela Primaria. Casa Editorial Minerva. Bogotá, 1923.

OTERO DURÁN, José Joaquín. Nociones de Pedagogía Cristiana y Guía parala Enseñanzadel Catecismo. Bogotá, 1914.

Segundo Congreso Médico de Colombia. Tomo III. Escuela Tipográfica Salesiana. Bogotá, 1917.

SILVA OLARTE, Renán.La Educaciónen Colombia. Nueva Historia de Colombia. Tomo IV. Editorial Planeta. Bogotá, 1989.

TOVAR ZAMBRANO, Bernardo.La Economía Colombiana, 1886-1922. Nueva Historia de Colombia. Tomo V. Editorial Planeta. Bogotá, 1989.

ZALDÚA, Manuel Mario. Máximas y Preceptos de Moral, Virtud y Urbanidad. Imprenta Echeverría Hermanos. Bogotá, 1891.


[1] Las guerras civiles provocaron una dirección del gasto público a las fuerzas militares, lo que originó la emisión del papel moneda, el impuesto a las exportaciones de café que se suprimió años después, el Estado sufrió un déficit presupuestal que trató de sanar por medio de el comercio de cigarrillos, las obras públicas se paralizaron, se elevaron los impuestos, diezmó la producción, deterioró el sector agrario y se sufrió la pérdida de Panamá. Después dela Guerra de los Mil Días se creó un ambiente favorable para el desarrollo económico, mediante la amortización de la moneda, la promoción del transporte y la producción, y la estabilización de la tasa de cambio.

[2] En Bogotá, Medellín, Cartagena, Cali y Barranquilla, surge la necesidad de mano de obra calificada pensando en las aspiraciones de la nueva elite.

[3] Las tierras cercanas a las ferrovías principales se valorizaron, lo mismo que las cosecha cafetera que benefició a la masa rural que se encontraba en desequilibrio con respecto a flujo de dinero entre la población urbana. Estas nuevas demandas sociales provocaron una serie de conflictos, que se vieron reflejados en la crisis económica de 1929, que exigía nuevas fuerzas políticas ante el nuevo orden social. (Bejarano: 1989)

[4] Durante el gobierno de Rafael Reyes se funda el Banco Central de Colombia para garantizar una administración adecuada de la política monetaria del país, su meta principal era la obtención de recursos para el posterior aumento de la infraestructura vial y los medios de transporte a nivel nacional que sirvió para impulsar la economía exportadora y la obtención de capital extranjero. La industria se vio favorecida por las medidas tomadas en las tarifas arancelarias, las subvenciones, los privilegios tributarios, etc. Los obreros con la emisión de un papel moneda nacional adquirieron mayor movilidad.

[5] Este punto dela Circular Número 2º, y los artículos de decretos nombrados a continuación se encuentran enla Revista Escolar “El Maestro de Escuela”. (Ver bibliografía)

[6] Estudio y Trabajo. Revista Mensual. Órgano dela Casa de Menores y Escuela de Trabajo.  Serie VI, Número 68 y 69. Fontidueño, Abril y Mayo. Departamento de Antioquia, 1928.

 

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QUÉ TAL UNA CARTOGRAFÍA DE LA MENTE

Considero que es bastante funcional el cuento de fusionar la cartografía con la estructuración del pensamiento en la gente. Si todos tenemos capacidades cognitivas, afectivas y expresivas, con ciertas habilidades especializadas, pensar en un modo de entender la mente desde la cartografía podría ser útil.

Cómo podemos pensar en múltiples cosas y relacionarnos con el otro, o los otros.

Hay que ver como varias teorías filosóficas, psicolingüísticas, perceptivas, de aprendizaje, resolución de problemas, de la emoción y el afecto, de la gramática del lenguaje natural, o del conocimiento en sí mismo; se acercan a dar una mirada para entender el pensamiento desde el hecho de considerar la mente como un montón de subsistemas que interactúan constantemente.

Si nos paramos por ejemplo desde Chomsky, con sus estudios sobre generación del lenguaje, comprendiendo una simple oración logramos formar categorías abstractas, interpretar estructuras y propiedades de la expresión; en medio de sus hipótesis de dependencia e independencia estructural llega  a la conclusión que la mente es modular y tiene sistemas con propiedades específicas.

Si se utilizara entonces un método cartográfico, se pensaría entonces que se pude configurar un conocimiento experto respecto a la generación de ese lenguaje natural que plantea Chomsky, donde la persona lograse lenguajear de una manera gramaticalmente correcta. El método consideraría entonces configurar dominios, primero por medio de la práctica como característica fundamental, segundo analizando las diferencias individuales en el desarrollo de la habilidad, y tercero, examinando sus sistemas de  creencias como un factor determinante en la evolución de una destreza comunicativa.

Cómo. Representando conocimientos, conceptos, significados y sentimientos, entre otras cosas, del contexto en el que se desenvuelve la persona. Se deben tener muy en cuenta los elementos que son importantes para los sujetos y por medio de ellos expresen los intereses, familiaridades, creencias y roles que tienen con respecto a su entorno.

En definitiva, toda forma de representación y textualización, por el hecho de  manifestar jerarquizaciones, homogenizaciones, visibilizaciones e invisibilizaciones  evidencian concepciones de la realidad de la gente que pueden servir como un potencial insumo para el estudio de la mente humana.

 

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FORMACIÒN AFECTIVA EN LA ORGANIZACIÓN

Ante cualquier suceso ocurrido al interior de una organización, sus miembros se pueden encontrar con dos vías de interpretación distintas pero complementarias, una de carácter explicativo y otra predictivo cuando una persona observa el comportamiento de otro e infiere una teoría propia acerca de su acción que puede coincidir o no con la de la persona observada; percepciòn que puede estar o no errada pero que siempre genera una influencia sobre el clima organizacional y depende de su desarrollo afectivo.

La formación afectiva en la organización puede comenzar por cualquier agente, no obstante, tendrá que ser apropiada por los sujetos que la componen, es decir, la formación es un cambio que afecta permanentemente la filosofía, estructura y dinámicas de una organización y supone una modificación de los pensamientos, vínculos, actitudes y los comportamientos del colectivo.

El principio del cambio afectivo, entendido como un proceso de reconsideraciones de los modos de actuación, puntos de vista y representaciones que se producen en los integrantes, basados en la valoración crítica de su actividad, de su preparación, de sus posibilidades de transformación, dirige su propósito a concebir de manera diferente su relación con el otro, con el equipo de trabajo, consigo mismo y en consecuencia, con su desarrollo profesional.

Estas modificaciones son de carácter ético, es una generación de valores y principios que se encaminan hacia el perfeccionamiento de los modos de actuación profesionales, a través del reconocimiento de las dinamicas y de las posibles modificaciones que es preciso realizar en ellos. La esencia de la resignificación opera con la comprensión de roles en el proceso formativo y con los cambios del quehacer profesional, es decir, las reflexiones del sujeto sobre sus modos de actuación, sus motivos, sus afectos y estructuras cognitivas y su apropiada modelación, constituyen eslabones propiciadores de cambio del sujeto y de su implicación en los procesos auto desarrolladores y del movimiento productivo y creativo hacia su labor. Este principio que influye sobre los cambios personales, lo hace teniendo en cuenta la participación del individuo en la organización debido a que si bien para la formación afectiva a nivel organizacional no es imprescindible el que todos los integrantes de una organización hayan cambiado, si pasa por el aprendizaje de los miembros, siendo este necesario, pero no suficiente.

La estimulación de la creatividad parte del reconocimiento de su complejidad donde el sujeto implica todas sus potencialidades, lo que significa que un cambio profesional definitivo y duradero de la organización sólo operará efectivamente como resultado de la elevación del potencial creador de cada colectivo en su conjunto para enfrentarse al entorno y resolver los problemas que se les presente. También presupone la creación de un ambiente formativo que se apoye principalmente sobre un sistema comunicativo y afectivo que lo facilite desde una comprensión cooperativa y transformadora de las relaciones entre los miembros y sus jerarquías, el desarrollo máximo de las potencialidades del equipo, así como, la detección de aquellos que actúan como catalizadores e impulsores de las transformaciones formativas como ejemplos asequibles a imitar.

Resulta evidente que no es posible referirse a la estructuraciòn de principios sin considerar los factores motivacionales en el marco de los cuales ellos operan. En la organización, no puede desconocerse que el cambio formativo debe favorecer una mayor implicación profesional de los sujetos y un aumento de la motivación hacia su labor. Ello no es sólo consecuencia del cambio, sino que es un prerrequisito del mismo, de ahí su importancia específica. Esta motivación constituye la base esencial para que se produzca un verdadero cambio persistente y consolidado.

Finalmente, las estrategias formativas organizaciones se deben basar en fundamentos tales como:

 

  • Las conversaciones: realizando prácticas que posibilitan desarrollar la destreza de enfrentar dificultades en el momento de conversar, orientando competencias afectivas para la organización de manera responsable y comprometida.
  • El sistema valorativo: Durante el cambio se deben tener en cuenta las dificultades que se puedan presentar para el desarrollo eficaz de la práctica organizativa; es decir, la base de esta metodología se basa en la interrelación adecuada de los saberes, acciones y sujetos inmersos en ella, la diferencia de concepciones y comprensiones de la organización, la apertura al contexto real, los roles y a las posibilidades de manera proactiva.
  • La concepción de equipo: El equipo como sistema resulta un paradigma muy acertado para desarrollar una visión distinta donde el privilegio del todo, la cooperación, y el actuar en forma generativa, son las llaves que abren nuevos horizontes de posibilidades para la organización. Uno de los aspectos fundamentales a definir en el momento de diseñar una intervención en una organización, es poder distinguir con claridad los ámbitos afectados y cuáles han de ser, en consecuencia, las áreas donde han de manifestarse los resultados. Uno de estos procesos se centra en la calidad de las relaciones o interacciones que las personas en la organización son capaces de tener y sostener. Todo trabajo conjunto implica la necesidad de interactuar con muchas personas, que juegan distintos papeles dentro de la organización. Esta puede ser considerada como una red de conversaciones que generan compromisos mutuos.

 

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LA IMPORTANCIA DEL SUEÑO EN LOS NIÑOS PEQUEÑOS

Con el agitado ritmo de vida, el tiempo para compartir con los hijos se hace cada vez más corto. Los horarios intensivos del trabajo de los padres, la organización del espacio y la economía del hogar, las compras, el gimnasio, el momento de esparcimiento con amigos y otras actividades de la cotidianidad generan nuevas dinámicas familiares, donde los hijos se acogen a esa regularidad u optan por buscar a sus padres en el poco tiempo que tienen para ellos.

Esta situación trae como consecuencia el hecho de administrar su tiempo como un adulto incluyendo las horas de descanso. Sin embargo:

¿Están durmiendo lo suficiente?

Para todas las personas, tengan la edad que tengan, el sueño es de vital importancia, pero en la infancia el descanso por medio del sueño es crucial para poder apropiar los aprendizajes adquiridos con las experiencias del día a día y así puedan desarrollarse tanto física como afectivamente, de hecho, su comportamiento también esta mediado por la calidad de descanso que tengan.

Cada organismo tiene un ritmo natural que se debe respetar para que las células y en general el metabolismo puedan auto regularse y reparar la pérdida energética propia  del periodo de vigilia, es decir, el tiempo en el que el niño se encuentra despierto.

Resulta indispensable saber que el sueño se da principalmente en dos fases, una de ellas con una gran actividad cerebral pero que dura muy poco que la llaman “sueño de movimientos oculares rápidos” o REM (Rapid Eye Movement), que como su nombre lo indica produce un continuo y particular movimiento de los ojos. Y la segunda fase, o No REM, corresponde al momento donde el sueño puede llegar a profundidad, lo que precisamente generará descanso.

Pero estas dos fases deben completar un ciclo de cuatro etapas que dura aproximadamente 90 minutos y repetirse una y otra vez hasta encontrar un tiempo adecuado para que el organismo en totalidad logre reposo y reparación, que para el caso de los infantes debe llegar a las ocho horas de sueño continuas.

Si el padre de familia quiere que su hijo adquiera habilidades y destrezas como la sociabilidad, la generosidad y el respeto, entre otras, debe comenzar a asumir la enseñanza de hábitos saludables como el tiempo adecuado de sueño para tener niños con mentes descansadas y dispuestas a aprender.

Finalmente, uno de los factores definitivos de adquisición de éstos hábitos es la crianza formativa, donde los padres, comiencen a generar rutinas y creen espacios apropiados que estimulen el descanso de los niños, y aunque cada niño sea un mundo diferente y sus comportamientos sean distintos, no quiere decir que los padres desfallezcan ante las primeras dificultades; por el contrario, es importante aprender a observar las actitudes del hijo y así saber de qué manera puede facilitar y motivar su descanso.

 
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Publicado por en noviembre 11, 2010 en Afectividad, Psicología, Sandra Mújica

 

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VIOLENCIA EN LOS COLEGIOS… ¿CUÁL SERÁ LA SOLUCIÓN AL PROBLEMA?

Los noticieros, periódicos y revistas están incrementando considerablemente el número de noticias sobre violencia en los adolescentes. Prácticas como el matoneo o el Bulling en los colegios está generando preocupación entre las autoridades y actores del sector educativo.

Pero más alarmante aún es que los artículos evidencian que la violencia en los colegios privados, como la noticia del joven Sebastián Silva[1], estudiante del Anglo, atacado por un adolescente del Nueva Granada causa conmoción, mientras los colegios distritales, quienes  han sufrido esta situación desde hace mucho tiempo, y no con una sino con varias víctimas, no ha causado gran revuelo.

 ¿Será que la violencia entre lo jóvenes de escasos recursos creó acostumbramiento en la población en general?

Puede ser. Pero lo más importante no es valorar si a la sociedad la toca más una población que otra, se esta hablando de jóvenes, seres humanos con mucho tiempo por delante para aprender y disfrutar y que están optando por tomar caminos desacertados para la configuración de su propio bien-estar.

¿ALGUNA SOLUCIÓN A LA VISTA?

Hasta el momento han aparecido tres tipos de soluciones en la escena. Primero, la opción represiva,  sanciones al estudiante victimario, a sus padres y al colegio, acusaciones con implicaciones legales o reformas al Código Penal.

La segunda iniciativa es la asistencialista, más policías en las instituciones educativas y sus alrededores, acuerdos económicos entre las partes, aplicación de estrategias de seguridad y convivencia[2] mediante programas de distintos sectores y campañas educativas, entre otras cosas.

Y  tercero el silencio, “dejar hacer, dejar pasar”, las personas no hablan por miedo, no denuncian por que creen que no sirve de nada o sencillamente optan por no actuar y mantenerse al margen.

¿Y qué dice la experiencia?… Han pasado años de intentar estrategias como estas pero no dan resultado… ¿Por qué?… por querer aliviar el síntoma no la enfermedad.

Hay que analizar el panorama de la problemática de violencia en los jóvenes. Existe un alto nivel de apropiación de los jóvenes de experiencias consideradas violentas y que son socialmente aceptadas como las prácticas de las barras bravas en los espacios deportivos, las actividades de algunos grupos universitarios en el recibimiento a los nuevos, cotidianamente llamadas “primiparadas”, o el sobrepasar los límites de la interacción con la corporalidad; además no se debe dejar de lado el hecho de acostumbrarse a las situaciones de violencia armada que enfrenta Colombia y que han generado cierto desprendimiento de la sensibilidad ante el sufrimiento de otro que es víctima de las circunstancias; sólo por nombrar algunas realidades.

Por otro lado, se ha desvirtuado al núcleo familiar con nuevas formas de configuración del mismo por el tiempo de los padres a nivel laboral, el aumento de padres y madres solteras y la cantidad de personas que deciden tener un único hijo.

¿Qué necesitan entonces los jóvenes?… Formación afectiva. Espacios donde todos los actores coloquen su grano de arena por aprender y enseñar, no es cuestión de culpabilizar a nadie sino de asumir que todos tienen responsabilidad en la formación de los nuevos integrantes de la sociedad, es CORRESPONSABILIDAD, se tiene una necesidad y todos actúan en pro de esa causa, es lograr generar unas dinámicas donde todos aprenden de todos y en el curso de la cotidianidad, son personas formando personas.

¿Por donde empezar?… Se necesita enseñar competencias afectivas interpersonales, sociogrupales e íntrapersonales, es decir, saber cómo conocer, valorar e interactuar con u otro desde la empatía, sociabilidad, asertividad y generosidad, luego hacerse parte de un grupo aplicando responsabilidad, liderazgo y respeto; y en esa misma medida lograr conocerse, valorarse y autoadministrarse.

Finalmente, esa formación da cuenta de poder ejercer un rol de hijo, padre, madre, compañero y amigo, entre muchos otros roles, que generarán mejores vínculos e interacciones y contribuirán a la constitución de una sociedad con mejores cimientos.

Para todo en la vida existen opciones. Optemos entonces por la formación afectiva.


[1] Revista SEMANA. ¡A la Salida Nos Vemos¡ En: http://www.semana.com/noticias-nacion/salida-vemos/145432.aspx

[2] Periódico EL ESPECTADOR. Cerca de 100 Colegios de Bogotá Amenazados por Pandillas. En: http://www.elespectador.com/noticias/bogota/articulo137557-cerca-de-100-colegios-de-bogota-amenazados-pandillas

 
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Publicado por en octubre 15, 2010 en Afectividad, Sandra Mújica

 

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